El 12 de agosto de 2024, un terremoto de magnitud 7.4 sacudió la región central de Chile, generando alarma en la población y desencadenando fuertes réplicas. El epicentro del sismo se localizó cerca de la ciudad de Valparaíso, lo que provocó un impacto significativo en la infraestructura local y en la capital, Santiago. Edificios se balancearon, y miles de personas evacuaron hacia zonas más seguras, siguiendo los protocolos de emergencia.
Afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales, aunque varias personas sufrieron heridas leves debido a caídas y escombros. Las autoridades han instado a la población a mantenerse alerta ante posibles réplicas y han activado planes de contingencia para evaluar y reparar los daños en las zonas afectadas. Este evento resalta la importancia de la preparación sísmica en una de las regiones más sísmicamente activas del mundo.