En julio de 2024, Argentina ha estado enfrentando graves inundaciones, especialmente en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. Estas inundaciones fueron provocadas por lluvias torrenciales que sobrepasaron la capacidad de los sistemas de drenaje, resultando en el desbordamiento de ríos y arroyos. Las intensas lluvias dejaron a miles de personas desplazadas, destruyeron viviendas, y afectaron severamente la infraestructura local.
Las autoridades han declarado estado de emergencia en varias áreas y han desplegado equipos de rescate para ayudar a las comunidades afectadas. La situación ha sido exacerbada por el cambio climático, que ha incrementado la frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos en la región (Home | Munich Re) (Site homepage).
Estas inundaciones han subrayado la necesidad urgente de mejorar la infraestructura de drenaje y las medidas de prevención de desastres en Argentina para mitigar el impacto de futuros eventos similares. Además, se están llevando a cabo esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria a las personas afectadas y restaurar la normalidad en las áreas devastadas.